Consultas de alta velocidad

La presión asistencial y la falta de tiempo son los puntos clave de este artículo firmado por el Dr. Manuel Ortega Marlasca quien desgrana las principales consecuencias que acarrean para el paciente, el profesional y para el propio sistema.

La cruda realidad es que un altísimo porcentaje de los médicos de atención primaria (MAP) asistimos a nuestros pacientes bajo una intensa presión asistencial y de diversa índole. Ahora no hablaremos de las presiones en la prescripción, las acumulaciones de otros cupos asistenciales ni en la adecuación “estimada” sobre las derivaciones hospitalarias, pruebas complementarias o bajas laborales. Vamos a tratar el tema de la presión asistencial por carencia de tiempo adecuado destinado (teóricamente) a cada paciente en la agenda asistencial.

Voy por delante con tratarse de un incumplimiento de la normativa de la entidad para la que trabajamos, es decir, los servicios sanitarios de las Comunidades Autónomas en nuestra amplia mayoría. Es algo público, notorio y generalizado frente a lo cual, en ningún servicio tengo constancia que haya actuado contra un MAP en forma de expediente o llamada al orden: contra esto no se actúa… A todos los que trabajamos en Atención Primaria (AP) en ocasiones o bien a diario, nos hemos aclimatado a trabajar sabiendo que acumulamos demora sobre la hora que se le da la cita al paciente. Ellos también son plenos conocedores de lo que acontece y en ocasiones se vanaglorian de ver como se les dedica el tiempo debido y no el teóricamente asignado.

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