Sentada en la mesa de mi consulta reflexiono sobre uno de los temas estrella en el cuidado del paciente. Quede claro que considero la CALIDAD ASISTENCIAL  un DERECHO del paciente y una OBLIGACIÓN del Sistema de Salud para con él. Gran parte de los recursos en tiempo y en formación, al menos en el área donde trabajo, están destinados a este tema. Los referentes en CALIDAD ASISTENCIAL se han convertido en figuras relevantes dentro del organigrama de los centros de salud y parte de su jornada laboral se convierte en no asistencial por este tema. No seré yo quién ponga en duda la necesidad de esta circunstancia.

Pero sentada  ante mi ordenador me pregunto. ¿Quién cuida de mi? ¿Quién cuida de mi salud? ¿Quién controla mi carga asistencial y mi estrés laboral? O por ejemplo: ¿Quién organizó la distribución de mi consulta? Mirando la pantalla del ordenador sigo diciendo (ya lo he dicho muchas veces a la UNIDAD BASICA DE PREVENCIÓN y a mis superiores jerárquicos en el Centro de Salud) que tengo la mesa en el lado contrario; que tengo el ordenador en el lado contrario y eso me provoca una contractura cervical que los lunes tiene una intensidad pero los viernes o después de una guardia es directamente proporcional a las horas trabajadas;  que tengo la camilla en posición incorrecta ya que si la pongo donde debería estar para una adecuada exploración no puedo cerrar la puerta que da a la sala de espera o si la cierro no puedo poner la cortina que da privacidad al paciente o no llego al tensiómetro o al otoscopio. En fin, como veis la intendencia y la infraestructura de un Centro de Salud es tan importante como todo lo demás y eso también es CALIDAD.

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