El reciente escrito que realicé ante la petición del Presidente del Gobierno de “¿qué puedes hacer tú por tu país?” en medio de esta pandemia, tenía varios objetivos y el primero, porque es de justicia, era reconocer la grandísima labor que están llevando a cabo los sanitarios de todo el país. Además, el volver a exigir medios adecuados de protección para los médicos y otras profesiones sanitarias, reconocer la labor que los directivos sanitarios de nuestra provincia y otras instituciones están realizando en pro de esta atención médica y de solidaridad con los médicos.

Pero la reflexión continuaba hacia lo que creo que aún debemos de mejorar y lo más relevante es la atención a las personas que residen en residencias sociales o geriátricas. Creo que es bien conocido por todos, las instrucciones que dieron los gerentes regionales de las Consejerías de Sanidad y Familia de Castilla y León ante la presente pandemia para residencias sociales: "Únicamente estará justificado el traslado a los hospitales de aquellos enfermos que tengan posibilidades de recuperación, conforme a los criterios establecidos". ¿Cómo se decide? Nos constan problemas de asistencia médica presencial en algunos de estos centros, falta de medios de protección y de tests.

Durante esta crisis este Colegio ha trabajado en conseguir médicos para apoyar la Atención Primaria, ayuda médica a residencias sociales, alojamientos médicos para aislamiento de la familia, servicio de ayuda a domicilio, seguros gratuitos de bajas laborales durante la pandemia, así como una ampliación del catálogo de protección social al médico y su familia, lograr que se evalué a los médicos residentes y se contrate de especialista a los que finalizan la formación y que se mantengan los ingresos medios de los residentes que han dejado de hacer guardias.

Mi compromiso por los médicos de Salamanca es y ha sido siempre una máxima en mis actuaciones, aunque no siempre acierte. Lo siento.

Finalmente, sobre el punto más controvertido señalar mi reconocimiento expreso una vez más y cuantas veces sean necesarias a la gran labor de todos los médicos que estáis en la lucha contra la pandemia. Así ya lo manifesté en el anterior escrito “Orgulloso de ser médico”.

Uno de los “papeles” más duros lo desempeñáis los que estáis al frente de las camas de cuidados intensivos. La difícil labor de determinar qué paciente se va a beneficiar más de unos recursos tan limitados y el ver cada jornada tantos pacientes que pierden la vida a pesar de vuestro trabajo y de no contar con las exigibles medidas de protección personal que tantísimo estrés para vosotros y vuestros seres queridos están causando, nunca será suficientemente reconocido. Yo también vivo a otro nivel esas experiencias y lamento que se me haya interpretado como incomprensión a vuestra labor.

Hace unas semanas toda la atención intensiva estaba absolutamente desbordada. Afortunadamente los últimos días los ingresos son menores que las altas y van quedando libres camas de intensivos, como desde Sacyl se nos comunica en su web cada día.

Esta última reflexión trataba de esta situación actual y de que cada uno, desde nuestro pequeño ámbito de responsabilidad, pensásemos si aún podíamos hacer algo más.

Como señalé en mi escrito, lo que busco son mejoras y siento si se me ha interpretado como una crítica a mis compañeros.