El Ilustre Colegio Oficial de Médicos pide que la reordenación que SACYL está planificando para la atención primaria cuente con el consenso de los médicos y que los cambios de está reordenación sanitaria sea bien explicada a los ciudadanos y corporaciones municipales de los distintos municipios por parte de los Gerentes provinciales de SACYL.

Los médicos de atención primaria rural seguirán realizando sus actividades asistenciales, de acuerdo a las instrucciones que lleguen de la gerencia de AP, que son los que realmente tienen las competencias organizativas.

La falta de médicos en el sistema es una responsabilidad de las administraciones sanitarias, por falta de previsión y no deben recaer en los médicos los cambios estructurales u organizativos, que ello está suponiendo y que acontecerá previsiblemente en los próximos años.

Desde este Colegio se apela a la responsabilidad y sensibilidad de los ciudadanos a la hora de usar adecuadamente la atención sanitaria y a que sean comprensivos con aquellos profesionales, que a pesar la sobrecarga a la que pueden estar sometidos, atenderán con la mayor diligencia y profesionalidad que la actuación médica requiere.

Igualmente pedimos a las Gerencias de SACYL responsabilidad y atención al deber de cuidar de la salud de sus trabajadores, previniendo y corrigiendo situaciones de sobrecarga laboral, el burn out, la falta del debido descanso, la conciliación laboral y familiar, la convocatoria regular de OPES y concursos de traslados, etc. Estos años complejos de falta de médicos especialistas es cuando más se necesita la atenta colaboración de todos los actores de la asistencia sanitaria española , que a pesar de sus fallos y defectos es la mejor del mundo.

Finalmente el Ilustre Colegio Oficial de Médicos está totalmente en contra de la sustitución del papel del médico por personal de enfermería; cada profesión tiene unas competencias bien definidas de tipo profesional, administrativas, deontológicas y legales, por lo que este Colegio aboga por la colaboración y la excelencia, sin invasión de competencias.